Nuestras creencias

¿A qué referimos al hablar de creencias? Primero quiero contarte que todos tenemos creencias. A partir de la infancia, se desarrollan ciertas creencias acerca de nosotros mismos, de las personas y el mundo. Estas ideas que vamos formando son consideradas como verdades absolutas para nosotros. Algunas veces esto puede ser beneficioso, mientras otras... no tanto. Te cuento porque, existen creencias que pueden ser positivas o negativas, influyen en nuestros pensamientos, sentimientos y en las decisiones que tomamos, por lo tanto, están muy relacionadas a nuestro bienestar emocional, a nuestra autoestima y a nuestro autoconcepto.

Algunas creencias suelen estar basadas en una visión negativa de la realidad y pueden generar pensamientos automáticos negativos, por ejemplo: “nunca tendré éxito”, “todo tiene que salirme bien siempre”. Este tipo de creencias limitantes impactan negativamente en nuestra autoestima, en nuestros objetivos y como nos sentimos. Pueden hacernos sentir frustrados, no nos ayudan a avanzar y puede que nos lleve a sentirnos estancados por ejemplo.

En psicoterapia las creencias limitantes se identifican y para poder modificarlas por otras más realistas y positivas. Esto puede ayudar a mejorar la forma en que nos percibimos a nosotros mismos como también a los demás, la manera de percibir e interactuar con nuestro entorno, comprender como nos relacionamos con lo que nos sucede y las decisiones que tomamos o que no nos animamos a tomar.